Una vez que el sistema urinario se ha desarrollado el bebé comienza a orinar; luego tragará su orina y volverá a orinar. Este ciclo se repite hasta el nacimiento.

El manchado ligero durante los primeros meses de embarazo es en realidad bastante normal y no necesariamente indica un aborto espontáneo. Un sangrado abundante, la expulsión de coágulos o un sangrado constante son mucho más preocupantes y son los primeros signos de un aborto espontáneo. La mayoría de las mujeres verán a un médico o a una matrona cuando experimentan cualquier tipo de sangrado simplemente para asegurarse de que todo está bien.

Esto es una verdad que no es definitiva. Fumar durante el embarazo ha sido relacionado al bajo peso al nacer, a mortinatos y a partos prematuros. Sin embargo, la relación entre fumar y abortar todavía es relativamente indefinida. Sin embargo, algunos estudios han encontrado una cierta causalidad entre fumar y abortar, sugiriendo que las mujeres que fuman más de diez cigarrillos al día aumentan el riesgo de aborto espontáneo.

A los seis meses los músculos de un bebé deberían haberse fortalecido, y deberían dominar la habilidad de girar sobre su cuerpo, incluso varias veces seguidas.

El crecimiento extrauterino se ve afectado por el ciclo hormonal mensual. El sangrado resultante no tiene una ruta de salida.

Algunos de los efectos secundarios más comunes de las píldoras son sangrado entre periodos (más frecuente con píldoras solo de progestina), pechos sensibles, náuseas y vómitos. Suelen desaparecer después de dos o tres meses.