Los alimentos con sabor muy intenso como por ejemplo el ajo no son capaces llegar hasta el líquido amniótico.

A menos que el médico las prohíba expresamente, pueden mantenerse relaciones sexuales durante el embarazo sin que estas representen ningún riesgo para el bebé.

Luego de comer es posible que la pancita del bebé se vea un poco más abultada de lo normal. También debe sentirse blandita cuando se presiona suavemente, en ningún caso debe estar dura o firme.

La mayoría de las mujeres alcanzan su pico de fertilidad entre los 23 y 31 años, aunque la velocidad con la que se logra el embarazo comienza a disminuir ligeramente hacia el final de sus veintes.

La calidad de los óvulos empeora significativamente al final de la treintena y a principios de los cuarenta.

Puede gestionarse desde el punto de vista médico con simple medicación, como bromocriptina y cabergolina, que normalizan los niveles de prolactina, restaurando la función gonadal, dando marcha atrás a la infertilidad provocada por la hiperprolactinemia e induciendo a la reducción del tamaño de la prolactinoma en la mayoría de los pacientes.