Alrededor de la semana 16 las estructuras del oído del feto están muy bien desarrolladas por lo tanto tiene la capacidad de detectar algunos sonidos, aún cuando estos estén limitados a aquellos que se producen dentro del cuerpo de la madre. Hacia la semana 24 el bebé puede oír sonidos que se generan en el exterior y comienza a responder a la voz de mamá y papá.

Usar toallas sanitarias reduce los riesgos de desarrollar una infección, además de proporcionar una indicación más precisa de la pérdida de sangre. Por ejemplo, si una mujer tiene que cambiar su compresa cada hora, podría ser una buena idea llevarla a urgencias.

Un atracón de patatas fritas, helado y chocolate no está relacionado con un aborto espontáneo. Sin embargo, no es una práctica recomendable durante el embarazo. Una dieta pobre en el embarazo puede provocar un peso bajo al nacer, así como un aumento innecesario de peso en la madre.

Las mujeres que usan esta técnica conocida como el Método Billings (evaluación del moco cervical) tienen el doble de probabilidades de lograr un embarazo en comparación con las mujeres que no la emplean.

El consumo excesivo de alcohol está asociado con un incremento del riesgo de padecer alteraciones de la ovulación, incluso algunos estudios indican que hasta el consumo moderado de bebidas alcohólicas puede reducir las posibilidades de lograr un embarazo.

Las cicatrices y los abscesos en las trompas de Falopio pueden dificultar el embarazo si los óvulos no pasan fácilmente al vientre.