Durante las dos primeras semanas luego del aborto las relaciones sexuales suelen no ser placenteras, incluso pueden ser incómodas y dolorosas. Las molestias físicas desparecerán luego de algunas semanas aún cuando para algunas mujeres puede ser duro desde el punto de vista emocional mantener relaciones sexuales con su pareja debido al trauma psicológico.

Un estudio publicado por la Universidad de Newcastle encontró que las mujeres obesas tienen mayor probabilidad de sufrir un aborto. El estudio tomó en consideración 41.000 embarazos que fueron monitoreados por 5 hospitales británicos y encontró que dentro de este grupo de estudio, las mujeres obesas tenían un riesgo 50% mayor de sufrir un aborto, muerte fetal y muerte neonatal respecto al grupo de mujeres que tenían un Indice de Masa Corporal más saludable.

Es ampliamente conocido el hecho de que el ácido fólico (Vitamina B9) reduce el riesgo de enfermedades congénitas una vez que estás embarazada, por otro lado, algunos estudios sugieren que las mujeres que consumen suplementos de ácido fólico antes de la gestación tienen una mayor tasa de éxitos al intentar concebir..

Algunos de los efectos secundarios más comunes de las píldoras son sangrado entre periodos (más frecuente con píldoras solo de progestina), pechos sensibles, náuseas y vómitos. Suelen desaparecer después de dos o tres meses.

El anillo anticonceptivo vaginal espesa el moco cervical. También libera dos hormonas (progestina y estrógeno) para evitar la liberación de óvulos.

Los preservativos femeninos podrían provocar irritación de la vagina, de la vulva, del pene o del ano. Este es uno de los efectos secundarios de este método anticonceptivo.